BERGOGLIO "NUESTROS PADRES APOSTARON A LA CONFIANZA MUTUA"

El arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina destacó que “nuestros padres de Mayo, con sus muchas diferencias y errores, apostaron a la confianza mutua que es raíz y fruto del amor".

"La confianza de poder poner las bases para conducir nuestro propio destino y todo lo que simbolizamos como Patria y Nación”, afirmó el cardenal Jorge Bergoglio en la homilía que pronunció durante el solemne Tedeum de acción de gracias que presidió en la catedral metropolitana.

Previo a la homilía, se leyó un pasaje del evangelio de San Marcos, en el que a la pregunta de un escriba acerca de cuál es el primero de los mandamientos, Jesús le responde: “Amar al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con todas tus fuerzas, y al prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento más grande que éstos”.

En base a estas palabras, Bergoglio realizó su homilía en la que sostuvo que “sólo la nobleza de corazón, de un corazón que no puede dejar de amar, puede tender puentes y vínculos. Sólo el amor es plenamente confiable”.

Luego recordó que “salvando los vaivenes de la historia y las ambigüedades de los hombres, nuestros padres de Mayo, con sus muchas diferencias y errores, apostaron a la confianza mutua que es raíz y fruto del amor. La confianza de poder poner las bases para conducir nuestro propio destino y todo lo que simbolizamos como Patria y Nación”.

“Y sin enunciados previos, un verdadero amor social se fue dando en el sacrificio diario de la construcción de esta Nación. Aun oponiéndose el odio fratricida y las ambiciones particulares que traban y atrasan, no hacen sino confirmar que el amor a aquel proyecto fundante iba llevando a cabo este sueño de ser argentino", enfatizó.

Bergoglio señaló que "Jesús no da sólo un mandamiento en el sentido más común de la palabra sino que proclama la única forma de fundar un vínculo y una comunidad que sea humanizadora: el amor gratuito, sin reclamos, que es consistente por convicciones, que siente y piensa a los otros como prójimos, es decir como a sí mismo".

El cardenal señaló que “esta fecha patria es un momento propicio para detenernos y preguntarnos por el corazón, el alma, el espíritu y las fuerzas de nuestro amor ciudadano y familiar. Ese amor que nos enseña a vivir bien y ayudar en el crecimiento de los otros, que son como nosotros, que merecen el amor como nosotros por ser personas y compatriotas".

En otro tramo de su homilía, Bergoglio se preguntó "¿qué nos lleva a ser cómplices, con nuestra indiferencia, de las manifestaciones de abandono y desprecio hacia los más débiles de la sociedad?" y llamó a "hacer un examen de conciencia y preguntarnos en concreto sobre una realidad cotidiana que precisamente es lo contrario al amor, y es consecuencia del desamor".

El arzobispo de Buenos Aires concluyó su homilía asegurando que “el amor es una tarea fundamental, sublime e irreemplazable que hoy se torna una necesidad para ser propuesta a una sociedad deshumanizada. Sólo así viviremos nuestros esfuerzos, logros y fracasos con un sentido sólido y refundante, aunque sean mezclados y conflictivos como los de mayo de 1810".

Asistió al tedeum, la vice jefa del Gobierno porteño, María Eugenia Vidal, acompañada por los miembros del gabinete y otros funcionarios del gobierno local.

También asistieron el nuncio apostólico, monseñor Emil Paul Tscherrig y los obispos auxiliares de la arquidiócesis de Buenos Aires.