Martes, Abril 23, 2024
   
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Realidad Social FM

PARA EL MIRADOR POLITICO: BEDER HERRERA PIERDE EL PODER

Además, dice que existen serias sospechas que los comentarios burlones de JORGE LANATA EN PPT, no fue gratuito, y adjudican el hecho a una reacción provocada por el desplazamiento del ex ministro de Hacienda, Ricardo Guerra, y que el Gobernador a modo de mensaje para confirmar el alejamiento del bederismo es un hecho, decidió “descabezar” la coordinación de las SAPEM para designar gente de su confianza. El desconocido empresario mendocino, Hugo Tillar, fue desplazado y así, el primer golpe al “hígado” de la estructura económica del ex gobernador (Beder Herrera), fue un hecho.

Por una serie de acontecimientos, que comenzaron con un soez ataque “lanatesco” en su contra, Sergio Casas fue el gran protagonista de la semana. Poniéndose en el centro de la “mesa redonda”, tomó decisiones estructurales y diseñó movidas políticas que desorientaron a los “caballeros” propios y extraños. Sin dudas que este nuevo perfil del Gobernador, marca una notoria distancia con su predecesor que, tras bambalinas, observa cómo lentamente se diluye su poder.

Si los comentarios burlones de Jorge Lanata en su programa del domingo pasado, fueron pensados para minar la imagen del mandatario riojano, la estrategia resultó a la inversa. La grosera descalificación periodística en la que cayó el conductor de Periodismo para Todos, generó la reacción en cadena del oficialismo y la oposición, que no distinguió colores políticos o sociales para expresarse en apoyo a la investidura de Casas y la defensa de la riojanidad, ante lo que se consideraba un ataque generalizado.

Vale resaltar que existen serias sospechas que el segmento televisivo no fue gratuito, y adjudican el hecho a una reacción provocada por el desplazamiento del ex ministro de Hacienda, Ricardo Guerra. No obstante, el Gobernador se sintió fortalecido ni bien comenzó la semana y a modo de mensaje para confirmar que el alejamiento del bederismo es un hecho, decidió “descabezar” la coordinación de las SAPEM para designar gente de su confianza. El desconocido empresario mendocino, Hugo Tillar, fue desplazado y así, el primer golpe al “hígado” de la estructura económica del ex gobernador, fue un hecho.

La política de creación de empresas del Estado fue uno de los ejes del gobierno de Beder Herrera y si bien hay casos verdaderamente exitosos, hay otros donde siempre rondó la duda en torno al destino de los fondos públicos para sustentar iniciativas poco productivas y que beneficiaban a ciertos “amigos del poder”. Con la salida de Guerra, Casas tiene la chance de poner blanco sobre negro y tamizar las bondades de estas unidades de negocios. La sociedad seguramente valorará la transparencia que pueda otorgarse en este período, donde el trabajo de los organismos de contralor serán claves para devolver la confianza. La idea del Gobierno es ir a fondo, sacar lo que esté mal y dejar lo que esté bien, pero sabe que en el camino habrá tropiezos como el ocurrido en Cerdo de los Llanos, donde la Policía debió custodiar los bienes que habrían sido amenazados por el desplazado titular de la empresa Pedro Villata.

Mientras sobrevuelan dudas sobre varios organismos de incumbencia económica, Casas se dio con otras irregularidades que no dudó en ponerlas en consideración. Se trata del manejo (o desmanejo) en la administración de Tierras, que derivó en la exclusión de la titular del área, Margarita Muñoz. Fue reemplazada por Liliana Irene Zárate, una joven profesional, hija de la reconocida dirigente chileciteña, Marta Rivadera. La extraña posesión de terrenos situados en la ladera del cerro de La Cruz, en manos de ex funcionarios o amigos del poder, habría desencadenado la determinación de cambio adoptada por el mandatario.

Todo lo que se preveía de esta nueva etapa de Casas, comenzó paulatinamente a cumplirse, con cambios medidos y a paso firme. Sin embargo, cada acción provoca una reacción y así sucedió a mitad de semana cuando reapareció Beder Herrera. Primero, fue votando en disonancia con el resto de los diputados riojanos, oficialista y opositores, en el debate por la despenalización del aborto. A último momento, cambió de postura y anunció su voto a favor del proyecto finalmente aprobado por la Cámara baja. Más allá de los diferentes criterios adoptados por los legisladores, como de gran parte de la sociedad, lo trascendente de este hecho histórico fue la capacidad de debate que existió y el verdadero triunfo de la democracia para gestar una ley negada por años, pero que hoy permite dar un paso adelante en pos de la defensa de los derechos de la mujer.

Este giro de Beder, le otorgó la visibilidad necesaria para opinar sobre el devenir del Gobierno provincial, con el que se mostró distante al decir que Casas ya no le llama. Aseverando que no fue, ni será responsable de las acciones de esta gestión, cuestionó la expulsión de Guerra y detonó una bombita: Que este Gobierno tiene el dinero suficiente para dar un aumento de sueldo, algo que no decía hasta hace dos semanas atrás.

En esta suerte de toma y daca entre quienes hasta hace poco parecían uno solo, tuvo su correlato en lo que se consideraba el último bastión del bederismo, que es la Cámara de Diputados. El bloque conducido por Marcelo Del Moral, no se hizo presente el jueves en la sesión e hizo fracasar el debate. Los esfuerzos por lograr el quórum, de la mano de la oposición y el “casismo”, fueron vanos porque del otro lado los teléfonos no respondían, en un claro mensaje hacia el Gobernador que no está nada conforme con la conducción del costeño. Pese a dilatar el inicio, el vicegobernador Néstor Bosetti levantó la sesión, sin saber que sería el punto de inflexión para una serie de hechos hasta ese momento impensados.

MESA REDONDA

Casas leyó rápido la serie de acontecimientos sucedidos, sobre todo los desplantes de varios diputados con raíces bederistas, que no ocultan sus pretensiones de mantener el status quo en la Cámara, a cambio de prerrogativas del Ejecutivo. El epicentro de las operaciones se trasladó a la Residencia de Gobernadores, que no tiene la misma actividad de otrora, cuando Beder conducía los destinos de la Provincia.

Costó dar crédito a las primeras versiones que se originaban desde la casona de la avenida Ortiz de Ocampo, pero el correr de los minutos de la tarde del jueves dio cuenta de una cumbre que logró conformar Casas, sentando en la misma mesa a Alberto Paredes Urquiza, Néstor Bosetti, Adriana Olima, diputados del oficialismo y de la oposición, sumándose luego otros jefes comunales del interior como Florencia López y Silvia Gaitán.

El discurso público fue el respeto por la institucionalidad, pero en privado pasó mucho más de lo que trascendió. El intendente capitalino y el vicegobernador aún respetan la línea de su socio político radical, Julio Martínez, a quien le pidieron permiso para entrar a la Residencia 1. Pero la pregunta es ¿hasta cuándo? La sociedad con Cambiemos cada vez pesa más, no sólo porque la negatividad que recae sobre el Gobierno nacional y que en algún momento impactará en los socios riojanos, como también se supo de la nula disponibilidad de recursos nacionales para “alimentar” referentes provinciales.

Todos son conscientes que solos no llegarán a conquistar el triunfo el año que viene, pero Casas aparece con la clara intención de convertirse en el eje de la unidad partidaria peronista. ¿Logrará contener a los bederistas, paredistas y bosettistas? Ese será el gran desafío para intentar que el Gobierno no tenga un cambio de signo político, a partir del 2019.

Mucho queda por delante, pero esta reunión es el puntapié que se necesitaba. El mandatario provincial descartó cualquier intento reeleccionista y eso cayó bien en los presentes opositores, que pretenden más gestos de buena voluntad para creer que las intenciones de Casas son reales y que Beder efectivamente esté fuera de juego.

Paredes Urquiza consideró este encuentro como el inicio de una etapa de diálogo, pero valoró el mensaje de institucionalidad que esgrimió el sauceño a la hora de referirse a la situación actual de la Provincia, que parece ser otra muy distinta a la del mes pasado.

Está claro que si el peronismo logra confluir en ideas y nombres, sin fisuras provocadas por interesados egos personales, será muy difícil que Cambiemos dé el batacazo tan esperado por Mashasha Martínez, que sigue sin pagar las consecuencias de los desaciertos gubernamentales de Mauricio Macri. Resulta increíble que como principal referente del Presidente y ex miembro del Gabinete, no opine ni se haga cargo de una situación cada vez más caótica. Si uno repasa aquella denominada “campaña del miedo”, con la que el macrismo azuzaba al justicialismo, se da cuenta que todos esos extremos ya no sólo se alcanzaron, sino que fueron superados por el endeudamiento, los índices inflacionarios, de pobreza y el valor de un dólar que a esta altura ya no tiene techo imaginable.

Casas sabe que si se mantiene una pelea interna, difícilmente el PJ pueda salir a militar para aprovechar el descontento que produce el caos económico nacional, por ello, tampoco dudó en recibir luego de la primera cumbre, a los diputados considerados díscolos al mando de Del Moral.

Trascendidos indican que no fue para nada tranquilo el cónclave, sobre todo porque Casas no entendía la postura adversa de un sector del bloque del PJ, sin demasiados argumentos justificativos. Pero la piedra en el zapato era el cargo de conducción que ostenta Del Moral, que no goza de la plena confianza del mandatario, pero se resiste a dar un paso al costado. En el entorno del Gobernador entienden que ese lugar debe ser para alguien que le responda políticamente, sin embargo el costeño no se da por aludido.

Más allá de esto, la sangre no llegaría al río, al menos por ahora. En Casa de Gobierno esperarán “gestos de Marcelo”, caso contrario su suerte estará echada, porque entienden que la base de sustentación que posee, es cada vez más endeble.

El último paso que dio Casas en la semana, también demostró un grado de madurez importante y alto protagonismo. Asistió a la puesta en marcha de las obras de refuncionalización de la base aérea de Chamical, que gestionó Julio Martínez cuando ocupaba la cartera de Defensa de la Nación. Sin celos ni mezquindades, el Gobernador compartió con el senador radical, con Paredes Urquiza, con Bosetti y con gran parte de la dirigencia peronista que se dio cita en la ciudad llanista. Allí aprovechó para acuñar las posibilidades estratégicas de este lugar, en el marco del proyecto Corredor Biocéanico y convertirse en lo que se denomina un “puerto seco”.

Este nuevo escenario despierta muchos interrogantes sobre lo que significará a nivel político y sobre todo en los posicionamientos electorales, que nadie pierde de vista a pesar de decir lo contrario. Por ahora comenzamos a ver a otro Casas, con un cariz ejecutivo y determinado. Esto depararía más novedades en los próximos días, porque mucho se habla de más cambios de gabinete, como también la fuerte decisión de ir a fondo con el reclamo de los recursos nacionales y el cuidado del gasto público, sin dejar de lado la revisión de manejos económicos y financieros que prometen más de una sorpresa.

 

Chilecito L.R.

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