Un mundo de fieles se dieron cita en Angulo, para presenciar la Misa del Promesante, y en la cual el Sacerdote pidió no ser obstinado “no querer ver ni entender los planes que Dios tiene para con nosotros”.

Misa de Promesantes del Niño de Gualco en Angulos, Departamento Famatina, como todos los años se celebra el segundo domingo.

En la homilía el sacerdote manifestó lo que le paso al pueblo hebreo, y pidió mirar nuestra realidad actual “porque los hombres y los pueblos en general siempre tenemos esa obstinación. ¿Qué es ser obstinado?, ser un poquito cabeza dura como lo decimos vulgarmente, y no querer ver ni entender los planes que Dios tiene para con nosotros”.

“Así muchas veces pueblo de Dios que peregrina en la historia del mundo, muchas veces  nos dejamos seducir, confundir, y terminamos tributando, rindiéndole culto a los falsos dioses modernos”.

“Son tantos los falsos dioses que nos seducen por estos tiempos, pero sobre todo tres plenamente identificables: como son el dios poder, ante el cual se arrodilla el mundo, o cuya ambición hace los que ostentan el poder, o se sientan en el sillón del poder, subyuguen a los pueblos en lugar de servirlos”.

“El dios tener, el querer acumular, el querer tener, pensando que somos lo que tenemos. Hay una frase que dice; somos los que comemos, y a los mejor medicamente, científicamente es razonable, pero cristianamente no es lógico, ni es razonable creer y pensar que somos lo que tenemos”.

“Por lo tanto si tengo mucho soy mucho, si tengo poco soy poco, si no tengo nada no soy nada, no es así. Todos somos iguales y valiosos y preciosos a los ojos de Dios, por lo tanto nadie vale por lo que tiene, sino por lo que es”.

“Por último el dios place, el placer ante todo, y si no estamos las 24 horas experimentando placer tenemos que buscarlo, tenemos que provocarlo, tenemos que conseguirlo, y es así como caemos en el sin sentido de la vida, así es como terminamos refugiándonos en las adicciones, en las drogas, en el alcoholismos, la ludopatía, el tabaquismo, y todas las adicciones que conocemos, y por eso mis hermanos Dios sigue hoy queriendo proteger a su pueblo de todas esas calamidades, depende de que nosotros, como esa oveja perdida nos dejemos buscar, nos dejemos encontrar, y nos dejemos cargar por él en sus hombros amorosos de padre, y así conducidos nuevamente a su redil haya más alegría en el cielo por un pecador que se convierte, que por 99 que se creen justos, o sin necesidad de convertirse…….”.