Domingo, Mayo 05, 2024
   
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Realidad Social FM

MOHAMMED MURSI PRESIDENTE DE EGIPTO

El islamista Mohammed Mursi, candidato de los Hermanos Musulmanes, es el nuevo presidente electo de Egipto, tras conocerse este domingo los resultados del balotaje realizado el 16 y 17 de junio que le dieron el triunfo por sobre Ahmed Shafik, transformándose en el primer mandatario de la era post-Hosni Mubarak.

"En este gran día les digo a todos que por vuestra voluntad me convertiré en el presidente de todos los egipcios", dijo Mursi en un discurso transmitido este domingo a la noche por la televisión estatal.

"Egipto, nuestra amada patria, necesita nuestra unidad", aseguró. "La revolución continúa hasta que se logren todos sus objetivos. Juntos continuamos la aventura", enfatizó para delirio de los miles de adherentes que seguían sus palabras desde la histórica plaza Tahir.

No sólo será la primera vez en la historia que los Hermanos Musulmanes, fundados hace 80 años, alcancen la presidencia de Egipto, sino también la primera ocasión en que el país cuente con un civil como presidente, después de que gobernaran faraones, reyes, mandatarios extranjeros y generales.

El presidente de la Comisión Nacional Electoral, Faruk Sultan, informó que el candidato islamista obtuvo el 51,7% de los sufragios, frente al 48,3% de quien fuera el último primer ministro de Mubarak.

Mursi rindió asimismo homenaje a los mártires de la revolución, el Ejército y las fuerzas policiales, y prometió mantener todos los tratados internacionales. Egipto es, junto con Jordania, el único país árabe que firmó un acuerdo de paz con Israel.

Israel y Egipto firmaron en 1979 un acuerdo de paz después de que durante décadas rigiera una "paz fría" entre ambos países, por lo que Tel Aviv observará con atención los pasos a dar de aquí en más por el nuevo gobernante egipcio, en particular por el rol apaciguador que jugaba Mubarak entre el gobierno israelí y Hamas.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, fue uno de los que dio su opinión sobre los resultados y destacó que su gobierno aspira a que continúe la cooperación con El Cairo, en base "al tratado de paz entre ambos países que beneficia a ambos pueblos y aporta a la estabilidad en la región".

"Israel valora el proceso democrático en Egipto y respeta sus resultados", añadió el texto emitido por Netanyahu, según informó la agencia de noticias DPA.

La participación registrada en la segunda vuelta de los comicios fue del 51,85%, cuatro puntos porcentuales por debajo de la cifra registrada en la primera vuelta, agregó la Comisión Nacional Electoral al presentar los resultados oficiales definitivos, tras varias postergaciones que tensaron la situación política.

Los Hermanos Musulmanes, la organización islamista más grande del mundo y prohibida por décadas en el país, paradójicamente hereda el poder tras la caida del hombre que durante años les impidió la participación política, ahora condenado a prisión y en grave estado de salud tras ser expulsado del poder en 2011, en la rebelión popular conocida como la "primavera árabe".

Uno de los primeros comentarios de la organización islamista, escrita en la red social Twitter tras el anuncio del resultado, decía que se iniciaba "una nueva era para Egipto y para el mundo árabe" y señalaba que ya comenzaron las conversaciones para formar su equipo presidencial y un nuevo Ejecutivo que represente "el espíritu de la revolución".

"Al tiempo que los egipcios celebran su libertad, rendimos tributo especial a los mártires de la gran revolución egipcia: su sangre no se derramó en vano", añadió el grupo en recuerdo a los más de 850 muertos y más de 6.400 heridos por la represión de las fuerzas de seguridad durante las protestas.

Al conocerse el resultado oficial, decenas de miles de personas que estaban congregadas en la plaza Tahrir recibieron con gritos y una explosión de júbilo la designación de Mursi.

Los manifestantes enarbolaban banderas egipcias, gritaban y cantaban a favor de su candidato y lanzaban fuegos artificiales en la simbólica plaza donde nació la revolución popular que expulsó a Mubarak del poder.

Los congregados, centenares de los cuales permanecían en el emblemático lugar desde la semana pasada, aprovecharon para exigir el fin del dominio militar sobre la política egipcia, control que asumieron tras el derrocamiento de Mubarak y que aumentaron en los últimos días con la promulgación de un anexo a la Declaración Constitución del país.

De hecho, Mursi no contará con los amplios poderes de sus predecesores, tras las medidas adoptadas por el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, que recortaron ampliamente sus competencias con la promulgación del anexo.

En la práctica, el nuevo mandatario no podrá ordenar la intervención del Ejército sin la aprobación de los militares y tampoco podrá decidir sobre su personal ni su presupuesto.

Con el nombramiento está también más cerca la transmisión del poder a un gobierno civil, tras más de 16 meses en manos de los militares, ya que la cúpula militar anunció su intención de entrar el poder a Mursi y al gobierno que designe el 30 de junio.

Sin embargo, las instituciones civiles actúan a ciegas tras la disolución del Parlamento -electo a principios de año y dominado por las fuerzas isámicas- que ordenó el Tribunal Constitucional dos días antes de la segunda vuelta de las presidenciales. Así, los militares asumieron las tareas legislativas y presupuestarias.

Por su parte, el jefe del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, Mohamed Tantawi, aplaudió el resultado de los comicios y felicitó al vencedor, informó la agencia de noticias Europa Press.

La victoria de Mursi generó, además de la de Israel, otras reacciones como la de Estados Unidos que felicitó al islamista por haber sido electo presidente y al pueblo de Egipto por "este hito hacia una transición democracia", al tiempo que ofreció trabajar junto al nuevo mandatario en base al "respeto mutuo".