A través del Instituto de Ambiente de Montaña y Regiones Áridas (IAMRA), que depende de la Universidad Nacional de Chilecito (UNdeC),  Los profesionales Ulf Ola Karlin y Cecilia Gareis, destacaron la importancia de la flor del Cardón, que fue instituido como símbolo floral de La Rioja en el año 1998, por medio de la Ley Provincial N° 6.581.

Se declara el día 20 de octubre de cada año calendario como "Día Provincial de la Flor del Cardón", ley que abarca a todas sus variedades, siendo planta protegida en todo el territorio de nuestra Provincia y obligatoria su protección, conservación y repoblación, quedando terminantemente prohibida la extracción o tala de cardones.

Las especies de cardón en La Rioja sonTrichocereus terscheckii (Cardón Grande o del Valle) y Stetsonia coryne (Cardón moro o simplemente cardón). Se distinguen entre sí por el grosor de sus ramas y el muy diferente patrón de ramificación.

El cardón moro (Stetsonia coryne) es muy importante sobre todo en los ambientes perisalinos de las Salinas Grandes y también en los bosques presentes en el corredor Casa de Piedra-San Martín y en el área de Patquía-Río Paganzo. A menudo forma verdaderos bosquecillos con densidades de hasta 100 individuos por hectárea.

En cuanto al cardón del valle (Trichocereus terscheckii) es muy importante en ambientes de las sierras y montañas áridas centrales, pudiendo llegar a densidades de hasta 50 individuos por hectárea. Abundantes en la cuesta de Miranda, partes bajas de las montañas del Famatina, y las Sierras de Velasco, y cardonales emblemáticos como el de las zonas altas de la Quebrada de La Cébila, o el de los medanales de Aguango, entre otras.

En algunas zonas pueden convivir juntos. Y comparten varias características importantes, no sólo por sus imponentes portes y belleza de sus flores, sino también por sus abundantes beneficios.

Las flores y frutos de los cardones son buenos forrajes para los animales en general y están disponibles a lo largo de varios meses del verano. Son importantes fuente de agua vegetal, especialmente en épocas de sequía, e incluso son ramoneadas sus cortezas. Los productores suelen eliminar sus espinas para que los animales tengan mejor acceso a su corteza suculenta.

El cardón prende de sus ramas, por lo que su propagación es fácil y de bajo costo. Es muy usado para cercos vivos y en construcciones rurales, a la vez que es un excelente aislante térmico y acústico, además de ser utilizado para la elaboración de artesanías. Los frutos y flores son comestibles pudiendo hacer innumerables productos como arrope, pasas, vinagre,  y posee alto valor en minerales y altos contenidos de vitamina C.

Además es buen mordiente para las tinturas naturales. Las ramas frescas son usadas, al quemarse, para ahuyentar a los mosquitos por su humo. Las flores, que suelen anunciar lluvias o cambio de tiempo, son muy visitadas por distintas avispas y abejas; mientras que la planta es refugio y alimento para numerosos animales tanto domésticos como silvestres. La fauna y flora asociada a los cardones es muy importante para el mantenimiento de la biodiversidad de estas regiones.

Los bosques nativos con estas especies cumplen una función natural, social y económica en las regiones en donde se presentan, por ello pensar en su cuidado y protección es una invitación a pensar en qué uso racional se puede hacer de estos bosques, que son nativos, con miras a largo plazo y a su aprovechamiento intra e intergeneracional.

Los cardones deberían ser considerados especialmente dentro de la Ley de Bosques de La Rioja, como especies a conservar, multiplicar y contemplar.